“Este contenido se hace posible gracias al generoso apoyo del pueblo de los Estados Unidos de América, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Los contenidos son responsabilidad Fundación Ideas para la Paz y no necesariamente reflejan los puntos de vista de USAID y /o los del gobierno de los Estados Unidos de América.”

MIGRANTES VENEZOLANOS EN BOGOTÁ

Localidades de Kennedy, Santa Fe, Rafael Uribe, Mártires, Ciudad Bolívar

La dimensión real de un fenómeno social

Estadísticas - historias - itinerarios

Mayo 2021

ANTES DE EMPEZAR

Esta narración digital quiere dar a conocer al público los riesgos en materia de convivencia y seguridad de los migrantes venezolano en Bogotá, a partir de los resultados del estudio sobre migración y seguridad en cinco localidades de la ciudad*. Si dicha investigación relacionó el término “migrante” con inseguridad, no fue para estigmatizar a los migrantes que llegan de Venezuela sino, por el contrario, para comprender su incidencia real en la seguridad de la ciudad. El estudio demostró que NO hay evidencia del aumento del delito o la transferencia de modos criminales de operación por la llegada de migrantes a la ciudad. Por el contrario, estos se insertan en las dinámicas sociales, económicas y delictivas existentes, sin potencial para alterar el status quo existente. Por lo tanto, la migración masiva debe enfocarse de manera humanitaria, social, policial y cultural más sensible a las particularidades de este flujo. Aquí está la historia de estos migrantes en Bogotá.

*La Investigación fue realizada en el marco del Programa de Gobernabilidad Regional (RGA) de la Agencia Estadounidense para la Cooperación Internacional (USAID), y patrocinada por la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia y USAID. Su nombre fue: Estudio sobre la posible relación que pueda existir entre dinámicas delincuenciales, rentas ilícitas, xenofobia y migración con la seguridad y convivencia ciudadana. Las cinco localidades objeto de estudio fueron: Santa fe, Mártires, Kennedy, Rafael Uribe Uribe y Ciudad Bolívar. ** Los relatos que aquí se cuentan parten de entrevistas realizadas a migrantes de Venezuela en el marco de la investigación con pequeñas alteraciones. No se identifican sus autores por razones de seguridad.

SEIS CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIÓN:

(1) La llegada de migrantes venezolanos en los últimos cinco años no ha afectado significativamente las dinámicas delictivas de Bogotá o las 5 localidades estudiadas, aunque sí ha generado algunos impactos.

(2) El homicidio, hurto y trata de personas afecta de manera más severa a migrantes venezolanos.

(3) No hay evidencia que indique la llegada de estructuras criminales venezolanas a Bogotá, sin embargo han llegado migrantes con un historial delictivo e intención de delinquir.

(4) Los patrones de asentamiento de los migrantes venezolanos coinciden con zonas históricamente vulnerables a la exclusión y al crimen.

(5) La vulnerabilidad de los migrantes venezolanos es aprovechada por criminales colombianos, quienes obtienen ventajas económicas e impunidad a partir de su irregularidad.

(6) La relación entre la comunidad migrante y la población de acogida evidencia riesgos de convivencia.

PARTIR

Miles de venezolanos parten de Venezuela y lo seguirán haciendo mientras se mantenga la crisis económica, el deterioro institucional, la crisis política y las violaciones a los Derechos Humanos.

MIGRANTES DE VENEZUELA EN BOGOTÁ

Según el Observatorio Proyecto Migración Venezuela, ACDI/VOCA, USAID y Migración Colombia, hoy en día en Colombia hay 1.629.537 migrantes venezolanos, de los cuales el 51.7% están en pobreza multidimensional. (Ver gráfica 1).  En particular, en Bogotá, se estima que habitan 369.000 migrantes venezolanos y colombianos retornados, y las localidades que mayor número concentran son Suba, Kennedy y Usaquén (Gráfica 2). De todas maneras se trata de una población en movimiento que se desplaza constantemente dentro de la ciudad para encontrar oportunidades. De este universo, el 49,8% tiene un estatus migratorio regular y el 50,02%, irregular (Gráfica 3). Los datos y relatos que aquí se presentan están asociados con los migrantes de Venezuela que habitan las localidades de Kennedy, Santa Fe, Mártires, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe. Luego de conocer de cerca sus historias se puede concluir que entran a la sociedad “por la puerta de atrás”.

CONDICIONES EN LAS QUE VIVEN LOS MIGRANTES VENEZOLANOS EN COLOMBIA

* Fuente: Proyecto Migración Venezuela; USAID; ACDI-VOCA; Coalición por Venezuela; Banca de las Oportunidades; BID y Ministerio de Salud y Protección Social, 2021

0 %
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Pobreza Multidimensional

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Condiciones de hacinamiento

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Arriendo o subarriendo

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Pagadiarios

DISTRIBUCIÓN DE MIGRANTES VENEZOLANOS EN LA CIUDAD

Fuente GEIH y EM, DANE. Elaboración ODEB.

ESTATUS MIGRATORIO

Fuente: Observatorio del Proyecto Migración Venezuela. Encuesta de calidad de vida e integración de los migrantes venezolanos en Colombia, diciembre 2020

0 %

Regular

0%
0 %

Irregular

NIVEL EDUCATIVO DE LOS MIGRANTES

Ninguno 1,4%
Básica Primaria 27,7%
Secundaria 47,7%
Superior 22%
Ns/Nr 1,5%

VIAJAR

Muchos migrantes, llegan a Colombia a través de trochas ilegales, y caminan hasta Bogotá, pasando por territorios con presencia de grupos criminales, y con características geográficas agrestes como el páramo de Santurbán en los Santanderes. 

Esta migración a través de las trochas se debe al cierre fronterizo formal actual y a que este modo de entrada posibilita el ingreso de más elementos que los que se pueden entrar en el paso legal. 

En esta travesía, tanto a Bogotá como a otras zonas del país, los migrantes se enfrentan a múltiples riesgos como asaltos, insultos, hurtos, homicidios, hambre, problemas de salud, explotación sexual y abusos de autoridad.

LLEGAR

Los migrantes de Venezuela llegan a zonas vulnerables y que históricamente han tenido un comportamiento delictivo alto, bien sea por estar cerca de sus familiares, o bien porque quieren aprovechar oportunidades favorables de vivienda y supervivencia.

DORMIR

Los migrantes en estas cinco localidades tienen formas de habitación muy precarias como la habitabilidad de calle, los camarotes (alquiler de un colchón durante una noche),  los pagadiarios (alquiler de habitación por una noche), los arriendos (alquiler de habitaciones o piezas con baño y cocina, de manera mensual) o lugares de invasión. Tanto los camarotes como los pagadiarios no presentan condiciones de seguridad y salubridad. 

FORMAS DE HABITACIÓN EN LAS CINCO LOCALIDADES

* Fuente: USAID

Los pagadiario son una de las primeras opciones de residencia para los migrantes recién llegados, coinciden muchas veces con los habitantes de la calle y su temporalidad impide que construyan redes de apoyo.
Pagadiario: Habitación por una noche,  entre $12.000 y $20.000. Se aceptan desde 3 hasta 7 integrantes de una familia. Hora de entrada: 10.p.m Hora de salida: 7am.
Arriendos: Se arrienda apartamento para varias familias. Los arriendos se han convertido en una opción de habitación para los migrantes que llevan más tiempo en la ciudad y han establecido redes.Tienen comúnmente problemas de hacinamiento.
Invasión: Vendo esta propiedad Los estafadores se apropian de los predios privados, los parcelan y venden para construir barrios ilegales de invasión. Muchos migrantes terminan víctimas de esta forma de estafa. Por otro lado, grupos de migrantes ocupan ilegalmente terrenos y construyen sus viviendas.

FORMAS DE HABITACIÓN EN COLOMBIA

* Fuente: Observatorio del Proyecto Migración Venezuela - Encuesta de calidad de vida e integración de los migrantes venezolanos en Colombia, diciembre 2020 y Encuesta de Calidad de Vida - DANE 2019

HOGARES MIGRANTES EN CIFRAS

* Fuente: Observatorio del Proyecto Migración Venezuela - Encuesta de calidad de vida e integración de los migrantes venezolanos en Colombia, diciembre 2020 y Encuesta de Calidad de Vida - DANE 2019

CONVIVIR

Uno de los problemas identificados están relacionados con los vecinos que sacan a los migrantes de los apartamentos. Se advirtieron también casos de discriminación con insultos frecuentes y acusaciones de los a los migrantes de ser criminales, solo por su proveniencia.  Algunas veces los dilemas por la convivencia resultan porque los migrantes entran más personas en los apartamentos violando el número de inquilinos pactado con los dueños, se demoran en los pagos o asumen actitudes agresivas. En general se identificaron problemas de convivencia entre población de acogida y migrantes, con base en vulnerabilidades sociales y en diferencias culturales que es preciso trabajar.  Vale la pena señalar cómo este tipo de problemas de convivencia pasan también con otras comunidades de migrantes nacionales (desplazados) en las mismas localidades; es decir, el fenómeno migrante no es algo nuevo y los conflictos sociales y situaciones de vulnerabilidad tampoco lo son.  La relación entre el servicio de policía y el migrante venezolana evidencia tensiones, producto de prejuicios e imaginarios, particularmente con relación a los hombres jóvenes asociados a delincuencia y pandillas, y a las mujeres asociadas a las actividades sexuales pagas.

TRABAJAR

Los migrantes consultados viven del “retaque” o el rebusque. Las mujeres consiguen puesto como trabajadoras domésticas, Y en general los migrantes se emplean en peluquerías, panaderías, talleres, y puestos comerciales. Se evidencia con frecuencia que los empleadores nacionales someten a estos migrantes a explotación laboral, abusando de su irregularidad.  Otros migrantes se dedican las ventas callejeras o a la mendicidad, en bloques familiares.

La investigación mostró que las tendencias del crimen en estas zonas no han cambiado con la llegada de los venezolanos. Las zonas que antes concentraban el delito son las mismas que hoy en día lideran estas cifras. Se observa una disminución importante del crecimiento del delito en estas cinco localidades. Sin embargo, hay una creciente participación de la población venezolana en los eslabones más bajos de las cadenas criminales, el cual se refleja con mayor visibilidad en el hurto a personas, el cual tiende a cometerse con mayores niveles de violencia. A su vez, esto se conecta con el incremento en la utilización de armas de fuego y traumáticas.

Este último grupo de migrantes victimarios, está conformado por un pequeño porcentaje con relación al total, que delinque por desespero o porque trae un conocimiento delincuencial a Bogotá. Estos, en particular, son reclutados y cooptados por organizaciones existentes que han sido identificadas en estas cinco localidades.

También se evidenció que la victimización de migrantes –en materia de hurtos y homicidios– ha venido aumentando en comparación con las víctimas colombianas.

Un pequeño porcentaje ingresa a las economías ilegales a partir de actividades aparentemente lícitas, lo que supone un riesgo. Por ejemplo: a través de los bicitaxis cometen hurtos o se dedican a la venta de estupefacientes. En los talleres mecánicos, hacen receptación de autopartes o también entran en negocios como el contrabando de celulares. En particular, en zonas como Corabastos, Maria Paz, Patio Bonito o el barrio Santa Fe, la Plaza España o la Estanzuela, los migrantes que se dedican al reciclaje tienen un alto riesgo de vincularse a las dinámicas del microtráfico, movilizando estupefacientes en sus carros.

No se trata de un fenómeno diferente al que sucede con los desplazados nacionales internos. Este mercado, más allá de los límites de la legalidad, tiene sus cupos y sus dinámicas en la cual también entran los migrantes.

TRANSGREDIR

TASA DE

HURTOS A PERSONAS

POR DIEZ MIL HABITANTES

En Bogotá y en todas las localidades de estudio el hurto a personas ha venido creciendo. Sin embargo, año a año ha disminuido el ritmo de crecimiento de los casos. Esto quiere decir que, si bien han aumentado los robos a personas en la ciudad, cada año este aumento ha sido menor.

Las cifras del comportamiento del hurto a personas en estas localidades no sugieren que haya habido un incremento de casos excepcional en ningún año. De hecho, lo que se observa es una disminución importante en el crecimiento del delito desde el 2018.

TASA DE

HURTOS A COMERCIO

POR DIEZ MIL HABITANTES

En Bogotá hubo un incremento de los hurtos a comercio en el 2018 que fue seguido por dos años de descenso. Este comportamiento dejó los hurtos a comercio en una cifra considerablemente inferior a la registrada cuatro años atrás. Esta es una tendencia que se mantiene para todas las localidades estudiadas.

TASA DE

HOMICIDIOS

POR DIEZ MIL HABITANTES

Con una tendencia a la baja, la tasa de homicidio en Bogotá no ha tenido cambios significativos en los últimos cinco años. Este comportamiento sugiere que el homicidio en la ciudad ha mantenido registros anuales similares, sin evidencia de cambios radicales ni al alza.

A diferencia de Bogotá, las cinco localidades de interés tienen comportamientos variados entre sí.

Por ejemplo, las localidades de Mártires y Santa Fe registran tasas que duplican y hasta triplican las de Bogotá y de Colombia. A pesar de estas diferencias, desde hace una década estas cinco localidades en conjunto han concentrado anualmente el 49% de los homicidios en Bogotá.

PORCENTAJE ACUMULADO DE

HOMICIDIOS TOTALES

EN LAS 5 LOCALIDADES

Al estudiar las víctimas diferenciando su nacionalidad, se encuentra que, en los últimos cuatro años la concentración de las víctimas de nacionalidad venezolana no ha escapado del contexto general de la ciudad. En promedio, el 49% de los homicidios de venezolanos y venezolanas que se han registrado en la ciudad han ocurrido en estas cinco localidades.

CAPTURAS

ANUALES DE ACUERDO

CON LA NACIONALIDAD

* Fuente: Policía Nacional, Elaboración FIP 2021

En todas las localidades de estudio el hurto a personas se ha mantenido como el delito por el cual se realizan la mayor cantidad de capturas, tanto en el caso de colombianos como de extranjeros venezolanos. Otros tres delitos de importancia son el tráfico, porte o fabricación de estupefacientes, las lesiones personales y los hurtos a comercio.

Llama la atención que el homicidio no es un delito que tenga un peso significativo en término de capturas en ninguna de las localidades, a pesar de que desde hace diez años el 50% de los homicidios que se registran en Bogotá ocurren en estos lugares.

Ha habido un incremento general en la captura de extranjeros venezolanos en los últimos tres años, que se aceleró especialmente entre el 2019 y el 2020.

El cálculo de la tasa de capturas por hurtos por cada 100 casos evidencia en todas las localidades una disminución en la eficacia en la operatividad, la cual se ha reducido alrededor de una cuarta parte en los últimos cuatro años. Por otro lado, las cifras de incautación de armas de fuego se han mantenido significativamente bajas en comparación con su uso, que ha venido creciendo particularmente entre el 2019 y el 2020. 

ZONAS DE

CRIMEN

ORGANIZADO

CAPTURADOS

VENEZOLANOS

TOTAL CAPTURAS

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2015

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2018

0
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2016

0
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2019

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2017

0
0%

2020

La proximidad de las zonas de camarotes y pagadiarios en las localidades de Santa fe, Mártires y Kennedy ha significado el crecimiento de un mercado sexual en el cual hay quienes cobran un porcentaje por las trabajadoras sexuales venezolanas, incluso adolescentes. Este fenómeno aumenta el riesgo de enfermedades en esta comunidad.

Si bien el trabajo sexual es una actividad legal, en estos casos se conecta con dinámicas delictivas y en especial con situaciones de tráfico y trata de personas, particularmente en Márties y Kennedy, donde migrantes venezolanas se vinculan engañadas al negocio. También hay mujeres venezolanas que ejercían la prostitución en su país de origen.

En el barrio San Bernardo, existe un riesgo de conformación de fronteras invisibles alrededor de las actividades sexuales pagas, donde trabajadoras sexuales colombianas limitan el ingreso de migrantes venezolanas a ciertos sectores de la zona que tienen la intención de dedicarse a esta misma actividad. Cabe anotar que quienes limitan el ingreso son trabajadoras sexuales de la tercera edad. 

PROSTITUIRSE

RE - VIVIR

#yopuedoelegir

Si bien las circunstancias son muy adversas, hay micro-elecciones que pueden ir cambiando el destino de los migrantes.

Me tocó salir de Venezuela de un día a otro porque apareció mi nombre en un programa de TV del canal del Estado. Yo soy periodista y había denunciado temas de corrupción, de violación de derechos humanos, de la escaces de alimentos, de gasolina y nos sancionarion por “la Ley del Odio”. Entonces, comenzaron a perseguirnos, a mí y a mis compañeros del canal y por seguridad decidí venir para acá. Yo tuve la oportunidad de venir a Colombia, a unos amigos los capturaron y no pueden salir del país, acá todavía tengo la libertad de elegir y de alguna forma sigo ayudando a mis compañeros que se quedaron allá.

#ylavidamehaenseñado

El destino les ha dado la vuelta a muchos venezolanos que en su condición de migrantes han desarrollado nuevas capacidades y han hecho –con aceptación y alegría– lo que nunca pensaron.

“Yo tenía una empresa de construcción en Valencia, que era de mi papá. Hacíamos obras con el gobierno, pero después no se conseguían materiales para la construcción, comenzó la corrupción y tuve que cerrar y venirme a Colombia. Mi esposa comenzó a ofrecer tortas para los cumpleaños y yo empecé a ayudarla haciendo piñatas y de eso vivimos. Nunca pensé terminar haciendo piñatas, pero los venezolanos le “echamos pichón” a lo que venga y lo que queremos es salir adelante.”

#hemoshechoequipo

En un momento muchos venezolanos han descubierto, que la solidaridad es una forma de supervivencia. Que solo haciendo equipo pueden vivir.

“Yo formo parte de un partido político en Venezuela que hemos sido perseguidos y hemos tenido que salir del país, lo más difícil fue tomar la decisión, entramos por Arauca y llegamos a Bogotá en bus. Acá hemos construido nuestra familia con los amigos, nos apoyamos entre nosotros en lo que podemos, ahora está viviendo con nosotros la sobrina de una amiga y entre todos pagamos el alquiler, los servicios, a ella le dan comida en el restaurante donde trabaja, la comparte y así vamos.”

#enColombiaencuentroapoyo

Si hay casos, y muchos, de migrantes que encontraron un primer apoyo, un respaldo inicial en un colombiano solidario o en la institucionalidad.

Yo llegué a Bogotá hace 4 años, primero trabajé como mesero en un restaurante y me pagaban 25.000 pesos el día, luego un amigo me dijo que podía hacer Uber con la licencia venezolana pero nadie me soltaba el carro. Hasta que una vez un señor en Bogotá me dió su carro y es el que manejo hoy en día. El señor es de Bogotá, ha sido muy amable, por ejemplo ahora en la pandemia no me cobró la cuota y me dejó el carro para yo poder trabajar por lo menos para pagar el arriendo y la comida. La verdad ha sido un gran apoyo.